Grandes matemáticos



DAVID HILBERT



(1862-1943) Se dedicó al estudio de las matemáticas y sentó las bases de la ciencia axiomática, similar a la de Euclides, pero presentada con todo el rigor de la lógica. Reunió, con todo rigor, una serie de axiomas de geometría que dio a conocer en 1899 en el libro Fundamentos de geometría. Incluyó en él conceptos que hasta entonces estaban sin definir y delimitó las propiedades de algunos conceptos. Estableció que los axiomas no deben considerarse como verdades que no requieren demostración, sino como puntos de referencia consistentes que permiten establecer una estructura matemática. Esta estructura es totalmente independiente de la realidad, pero debe tener alguna analogía con ella. Entre sus contribuciones se pueden citar: teoría de números, ecuaciones integrales y espacios. 


                                        James Bradley 



(1693-1762) Nació en el seno de una familia de astrónomos, desde muy joven demostró su habilidad para las matemáticas. Fue catedrático de astronomía en la Universidad de Oxford. Descubrió la aberración de la luz y la nutación, importantes fenómenos que confirmaron la concepción teórica de Newton en relación con la mecánica celeste. Encontró un desplazamiento muy grande en la estrella Gamma Draconia. Descubrió que el cambio aparente en la posición de la estrella se debía a la aberración de la luz que consiste en el resultado de la velocidad de la luz y del movimiento de la Tierra en su órbita. Determinó la relación entre la velocidad de rotación de la Tierra alrededor del Sol y la velocidad de la luz. Descubrió que el eje de la Tierra se desplaza periódicamente debido a los cambios de dirección de la atracción gravitatoria de la Luna al desplazarse en su órbita. A éste movimiento del eje de la Tierra se le llama nutación.





                           Pierre de Fermat (1601-1665)





Sus trabajos constituyen un gran aporte a las matemáticas a pesar de no haberse dedicado profesionalmente a su estudio. Llegó al descubrimiento de la geometría analítica en tres dimensiones, al mismo tiempo que Descartes, quien utilizó dos dimensiones.

Definió la teoría de probabilidades. Se le conoce como el fundador de la teoría de los números a la que llegó a partir del análisis de los números

enteros. Utilizó el método inductivo para realizar algunas contribuciones al álgebra, al análisis, a la geometría analítica y al cálculo.

Descubrió también un método para determinar máximos y mínimos que corresponden a lo que en los términos actuales consiste en encontrar los

puntos en que la derivada de una función se hace cero. Newton afirmó haberse basado en el método de Fermat para encontrar la tangente a
una curva


                                         Georg Cantor (1845-1918)





Desde niño reveló habilidades para el estudio de las matemáticas a las que se dedicó toda su vida. En 1867 se doctoró con un trabajo sobre un problema que Gauss dejó sin resolver. Creó la teoría de conjuntos que dio lugar a grandes innovaciones en el campo de las matemáticas. Esta teoría se convirtió en una nueva rama de las matemáticas en las que se estudian las matemáticas del infinito. Su teoría se basa en la  correspondencia uno a uno. Deslindó la aritmética de los números infinitos de la aritmética familiar de los números finitos, creando grandes controversias.

Entre 1895 y 1897 publicó un trabajo en el que afirmó la existencia de los números trasfinitos. Su teoría de conjuntos se convirtió en algo fundamental para el desarrollo de la Teoría de Funciones, del análisis y de la topología.
 
                         Nikolai Ivanovich Lobachevski (1792-1856)








Contribuyó a la creación de una geometría no-euclidiana que transformó y  revolucionó las ciencias matemáticas y la filosofía científica.

Destacó como un extraordinario matemático. A los veinte años ingresó como profesor de matemáticas a la Universidad de Kazán de la cual fue rector en 1827.

Demostró que si se empezaba con un axioma que exponía que a través de un punto dado no contenido en una recta, por lo menos podían trazarse dos paralelas a la recta dada, y podía construirse lógicamente una nueva geometría no euclidiana. Con base en las nuevas proposiciones de Lobachevski la suma de los tres ángulos de un triángulo tenía que ser mayor de 180°. Esta nueva geometría dada a conocer en 1829 influyó notablemente en el desarrollo de las matemáticas del siglo xx.

Este tipo de geometría se encuentra en la superficie de una curva llamada seudoesfera, que presenta la forma de dos trompetas unidas
por los extremos abocinados y con las partes más finas extendiéndose infinitamente hacia afuera
 
Ortiz, C. F. J. (2014). Matemáticas 3 (2a. ed.). México, D.F., MX: Larousse - Grupo Editorial Patria. Páginas 48 – 140. Recuperado dehttp://bibliotecavirtual.unad.edu.co:2077/lib/unadsp/reader.action?ppg=5&docID=11046371&tm=1488213794691

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